La sentencia es novedosa y controvertida. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Andalucía ha condenado a un trabajador a abonar a su antigua empresa, entre otros gastos, los 653 euros de la factura del detective privado que esta contrató para demostrar que su baja era un fraude. El investigador acreditó que el empleado, vigilante de seguridad, actuaba como DJ en varias discotecas mientras se encontraba en situación de incapacidad temporal diagnosticado de depresión. Una actividad que la compañía entendió incompatible con su supuesto padecimiento y que le valieron para despedirle disciplinariamente.
Resolución controvertida: Empleado condenado
La resolución resulta controvertida y novedosa porque ninguno de los laboralistas consultados recuerda un caso en el que los jueces hayan condenado al empleado a pagar los gastos en los que incurre el empresario para probar su despido disciplinario.
Una sentencia abre la puerta a que las compañías puedan reclamar a sus trabajadores los gastos en los que incurren para comprobar sus malos comportamientos
AUTOR: Pedro del Rosalcontact
31/01/2021 14:30 Actualizado: 23/02/2021 12:46