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La directora de Comunicación de Línea Directa advierte de que estos grupos han encontrado en la Comunidad «un caldo de cultivo»
Las mafias dedicadas a obtener beneficios a través del fraude a compañías aseguradoras encuentran en la Región su campo de trabajo. La directora de Personas, Comunicación y Sostenibilidad de Línea Directa Aseguradora, Mar Garre, no escondió este lunes la sorpresa ante el elevado número de grupos dedicados en la Comunidad a idear falsos accidentes de tráfico o a agravar siniestros reales. «Han encontrado allí un caldo de cultivo», remarcó.
La Región llega a multiplicar hasta por seis la cifra nacional de estafas cometidas por estas bandas. La Comunidad registra más de cuatro de estas organizaciones por cada millón de habitantes. En los dos últimos años, esta compañía aseguradora ha logrado destapar a nivel nacional la actividad de hasta 185 grupos organizados dedicados a llenarse los bolsillos con falsos accidentes de tráfico. En la última década la cifra alcanza los 700. «Detrás de estas estafas hay mafias organizadas que resultan muy peligrosas», subrayó Garre.
Esa es una de las principales conclusiones del ‘VI barómetro del fraude al seguro’ de Línea Directa, que este año advierte de un «récord absoluto» de intentos de fraude al sector derivado, entre otras cuestiones, de la situación económica que ha traído la pandemia y las continuas restricciones. Los partes fraudulentos detectados por la compañía en el ámbito del automóvil supusieron en 2020 seis de cada cien, un 21% más que solo un año antes. «Esta circunstancia sitúa los partes fraudulentos en el máximo de toda la serie histórica», destacó la directora de Comunicación de Línea Directa.
«Récord absoluto»
En la Región, la media de estafas es mayor y en el periodo 2019-2020 alcanzó más del 6,5% de los casos analizados, conforme a los datos que baraja este estudio. La Comunidad se sitúa en los primeros puestos de esta ‘lista negra’ junto a otras regiones como Cantabria, Málaga o Cuenca. Soria, Teruel y Palencia son la otra cara de la moneda.
Aunque con la pandemia, aumentaron los intentos de sacarse un dinero engañando a las aseguradoras, el importe medio de estas estafas se rebajó ligeramente. Según se desprende de este estudio, el importe medio que se cobra en estos fraudes es de 1.130 euros. Una cantidad que se multiplica hasta por siete en el caso de que sea una mafia organizada la que se encuentra tras el parte fraudulento, remarcó Garre.
El perfil medio del defraudador continúa siendo un hombre joven con un empleo precario. En el último año, también irrumpió la figura de un profesional arrinconado por los problemas económicos derivados de la Covid. Un 55% de los defraudadores aseguran hacerlo por sus estrecheces.
