Despedido por ir de caza y montar a caballo mientras estaba de baja

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Acreditó que estaba incapacitado para su actividad laboral

Ir de caza durante horasmontar a caballofumar y beber alcohol… Así pasaba los días uno de los trabajadores de Renault durante su baja médica, hasta que la empresa lo descubrió.

Tras recibir el informe del detective privado que había contratado, le comunicó su despido por carta: “Los hechos relatados ponen claramente de manifiesto que usted viene desarrollando actividades y tareas que son compatibles con la actividad laboral que realiza para la empresa”.

El afectado presentó entonces una demanda ante un Juzgado de lo Social de Valladolid que le dió la razón y ordenó su readmisión.

Sin embargo, Renault ha recurrido esta sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCL), el cual la ha revocado íntegramente y ha declarado como procedente el despido.

Los médicos le recomendaron recuperar masa muscular

El trabajador estuvo desde 2008 (14 años) prestando sus servicios en el centro de trabajo Factoría Motores de Renault en Valladolid y en el momento del despido estaba en el taller de montaje motor.

Concretamente, su trabajo consistía en colocar los tapones en el circuito de agua del motor, apuntar los tornillos de la caja de mariposa de éste y hacerlo girar. Además, este puesto no presenta “dificultades desde el punto de vista postural, esfuerzo y carga mental”, tal y como ha quedado probado en la sentencia.

El 28 de febrero de 2022, al trabajador lo operaron por apendicitis, momento en el que comenzó su incapacidad temporal. Unos días más tarde volvió a ingresar en el hospital y le diagnosticaron “peritonitis”.

A causa de esta inflamación abdominal, pasó por la consulta diversas veces en los meses posteriores y le pautaron que comenzara a hacer fisioterapia respiratoria, lo que hizo hasta el mes de septiembre justo cuando le aconsejaron aumentar progresivamente su ejercicio.

De hecho, su neumólogo le recomendó en la última cita de mediados de agosto que recuperara masa muscular y capacidad aeróbica de cara a su reincorporación laboral.

Vida “normal” y “compatible” con la actividad laboral

A raíz de la investigación del detective, Renault concluyó que el trabajador hacía una “vida absolutamente normal y totalmente compatible con el desarrollo de su actividad laboral”, al menos desde el mes de junio.

Durante su baja acudió en varias ocasiones a sus cuadras, donde tiene varios caballos y perros, y se lo vio, por ejemplo, realizando diversos trabajos como manejar una horca, mover estiércol o cargar y transportar la paja en un carro. Estas tareas de mantenimiento y limpieza de las cuadras, según recoge la sentencia, “suponen un esfuerzo físico que lleva a cabo sin problema”.

Por otro lado, hubo días en los que estuvo de caza en el campo, “andando sin mayor dificultad durante horas” mientras cargaba la escopeta, la disparaba y hacía movimientos como agacharse y flexionar el cuerpo.

Además, también se lo vio fumando un cigarrillo.

Renault también destacó en su informe que el trabajador estuvo del 16 al 20 se septiembre de ese año de colaborador en los festejos taurinos como caballista en el Programa de Fiestas Patronales en honor al Cristo de las Eras. En ese tiempo estuvo controlando lo que sucedía en el campo cuando soltaban los toros y, además, lo captaron fumando y bebiendo alcohol.

Por todos estos hechos, la empresa procedió a comunicarle su despido disciplinario con efectos del día 4 de octubre de 2022. Para ella, ha quedado en evidencia que el trabajador se encontraba en perfectas condiciones para hacer su trabajo y, por tanto, estaba “simulando padecer una patología” o, en todo caso, las actividades resultaban incompatibles con su baja médica y perjudicaban su curación.

Un tribunal declaró su readmisión

El 21 de noviembre de ese año, el despedido presentó una demanda en un Juzgado de Valladolid que, tras celebrar el juicio, la estimó y declaró la nulidad del despido, además de su inmediata readmisión con las mismas condiciones laborales que tenía y el abono de los salarios dejados de percibir desde que lo echaron.

Según la magistrada, el hecho de que Renault hubiera vigilado a su trabajador a través del detective revelaba que la sanción -es decir, el despido- era desproporcionada.

Ahora el TSJ falla a favor de Renault

Tras conocer la decisión del juzgado, Renault recurrió entonces al TSJCL que ha dispuesto que todo apuntaba a que el trabajador “se encontraba apto para realizar sus tareas profesionales en la empresa”.

Los hechos que quedan descritos en la carta de despido “eran susceptibles de perturbar su curación” y el magistrado del TSJ incluso destaca que “conllevan una carga física importante superior incluso a la que exige el puesto de trabajo del recurrido”.

Respecto a la recomendación de los médicos de recuperar masa muscular, la Sala ha concluido que ello no puede justificar lo que hizo previamente a recibir estos consejos ni tampoco realizar una actividad “peligrosa” como la de caballista en un encierro de toros.

La sentencia todavía puede recurrirse al Supremo

Por tanto, el TSJ de Castilla y León ha fallado que estiman el recurso de suplicación interpuesto por Renault y declaran procedente el despido del trabajador.

No obstante, el magistrado del TSJ apunta a que el dictamen todavía puede ser susceptible de ser recurrido ante el Tribunal Supremo.

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